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La salud no es un privilegio, sino un derecho esencial. La acción social de la Fundación Eduardo Kocina está inspirada por una convicción profunda: todas las personas merecen una vida digna, con acceso a cuidados, vínculos y oportunidades.

Actuamos sobre realidades complejas desde una mirada integral y con un enfoque centrado en la persona.

La acción social no es caridad, ni asistencia despersonalizada. Es escucha activa, presencia constante, intervención profesional y compromiso ético.

Nuestra acción social ha contribuido a:

  • Restituir derechos básicos a personas invisibilizadas por la precariedad.
  • Disminuir la sobrecarga emocional y asistencial de entidades religiosas o comunitarias que gestionan recursos de urgencia.
  • Mejorar la autonomía y el bienestar emocional de mujeres, mayores y personas con necesidades de apoyo extensas.

Para la Fundación, la acción social es el corazón operativo del compromiso.

01. Equinoterapia

La equinoterapia se convierte en un espacio de encuentro entre la persona y el animal, donde el silencio y el movimiento generan un diálogo transformador. Destinada principalmente a personas con diversidad funcional, esta terapia fortalece el equilibrio, mejora la coordinación y despierta la autoestima. Cada sesión se diseña con precisión y sensibilidad, adaptándose a las necesidades y potencialidades de cada participante.

Los resultados hablan por sí mismos: mejora en el control postural, incremento de la autoestima y una nueva confianza en el propio cuerpo y en las posibilidades de relación con el entorno.

02. Casa Mujeres Ayumar

Un hogar donde la dignidad y la seguridad se convierten en pilares para reconstruir vidas. Las mujeres residentes reciben acompañamiento laboral, asesoramiento personalizado y apoyo emocional. Sus hijos encuentran un ambiente seguro y cálido, en el que crecer y soñar se vuelve posible.

A través del programa Casa Mujeres Ayumar, acompañamos a mujeres con menores a cargo, que residen en un recurso de acogida temporal gestionado por una congregación religiosa. Nuestro trabajo complementa la atención asistencial con una intervención técnica profesionalizada.

La casa de acogida Ayumar, ofrece «proyecto de vida integral» puesto en marcha por la congregación de las Siervas de los Pobres con la colaboración de la Fundación FEK en el barrio de El Natahoyo para ayudar a madres con hijos menores que se encuentran en una situación de vulnerabilidad social severa, es decir, sin apoyo familiar alguno. «La entidad les proporciona herramientas para que, en un plazo prudencial de dos años puedan ser autónomas e independientes. Ahí está la grandeza de su labor», Marisol Mesa.

03. Acompañamiento en procesos sanitarios complejos

Muchas personas mayores, o en situación de dependencia, se enfrentan solas a procedimientos médicos, trámites o diagnósticos difíciles.

Desde la Fundación, organizamos acompañamientos individualizados, asegurando una presencia humana y un seguimiento afectivo que les permita atravesar estas situaciones con mayor seguridad.

04. Atención emocional y prevención del aislamiento

La soledad no deseada y el aislamiento social son formas de exclusión tan graves como las materiales.

Organizamos actividades de socialización, grupos de apoyo emocional, y redes comunitarias que actúan como contención y sostén.

05. Coordinación con servicios públicos y entidades del tercer sector

Trabajamos en red para garantizar una atención eficiente y sostenida, evitando la duplicación de recursos y potenciando sinergias.

Construimos puentes con el tejido empresarial y el tercer sector, facilitando contrataciones inclusivas y promoviendo entornos de trabajo diversos y enriquecedores. Estas colaboraciones impulsan la transformación no solo en las personas beneficiarias, sino también en la cultura empresarial